¿Quién no ha comido chuches de niño?, ¿quién no se ha tomado su leche con chocolate antes de ir al cole?, ¿quién concibe una Navidad sin turrones y mazapanes?; Cuando recordamos nuestra infancia vienen a nuestra cabeza imágenes que añoramos, cuando pasamos por un kiosco y vemos aquellas chuches de antaño y nos transportan a aquellos días. Pero realmente existen alimentos “propios de la infancia”, un niño deja de ser niño si no consume chuches, chocolatinas o galletas. ¿Hay niños que puedan comer frutas y verduras sin acabar traumatizados?. Pues claro que SÍ!!!.
El valor nutricional de los alimentos está muy lejos del valor cultural que les otorgamos y cuando se trata de la alimentación infantil peor aun, hacemos sinónimo de “niño” la palabra “azúcar”, que los peques son muy dulces pero no hay relación más pobre nutricionalmente. El valor cultural de los alimentos lo damos los adultos, ningún bebé cuando inicia su alimentación reconoce las galletas, ni la bollería industrial; pongamos un ejemplo: si dejamos en la bandeja de la trona un brócoli y una galleta normalita tipo maría, al no tener una referencia previa, el pequeño probará ambos, probablemente le llame más la atención el color verde del brócoli y su textura y forma de arbolito; ahí es donde entra en juego la mercadotecnia, para atraer a un niño que no sabe que eso es “para niños” hay que agregarle un envoltorio llamativo, formas de animales, dinosaurios, colores brillantes, juguetes incluidos, etc. ahí es cuando el niño empieza a asociar que es algo divertido y obviamente al comerlo le gusta, por muchas razones, la principal es el chute de azúcar que recibe que lo acelera, se sacia rápidamente y genera adicción (es así, aunque suene fuerte).
Nosotros los adultos determinamos qué alimentos son “para niños”, somos los primeros en ofrecérselos, los usamos para premiar, para regalar, para convencer, etc.; determinamos que las frutas y las verduras “deben” comerse y el chocolate es la recompensa por cumplir con dicho deber. “Si no te comes el calabacín, no vamos al parque”, “Si dejas el pescado no hay dibujos por la tarde”, llegamos al parque y le ofrecemos una galleta o algún otro alimento procesado, llegan los dibujos y lo acompañamos de alguna chuchería, hombre!!! es que si acompañamos estos alimentos con la actividades que para cada niño sea divertida, estamos creando la asociación: PESCADO=TENGO QUE, CHUCHE=DIVERTIDO.
Bueno vamos a la parte de cómo corregir o mejorar los hábitos alimentarios. Dejemos de asociar niños con dulces, niño con comida rápida; los alimentos saludables no tienen edad, ni género, son para todos y todas. Se puede consumir en cualquier momento del día, en cualquier ocasión especial, en el parque, en la casa, mientras vemos los dibujos. El niño que no come chuches es niño, el niño que las come debes en cuando es niño, el niño que come demasiado es un niño que hay que cuidar más para que sea un adulto sano.
Qué llama más la atención la galleta en forma de Tiranosaurio, oye pues vamos a currarnos una merienda con una mandarina en forma de flor o un arcoíris con verduras, preparemos juntos una pizza, ayuda a mamá y a papá ha hacer un bizcocho casero. Importante!!! compartir estos momentos, merendar o desayunar junto a los pequeños, disfrutando de una alimentación saludable.
Dejemos de utilizar los alimentos superfluos como recompensa, si un día queremos ofrecerle una chuche al niño pues que sea un día normal, en cambio si vamos a preparar la cena juntos, podemos ponerle entusiasmo y así hacerlos participes de ese momento.
Los “alimentos de niños” tengo que decirlo así, me parece muy triste que sean los más dañinos para su salud, que estemos fomentando una generación de adultos con factores de riesgo para enfermedades crónico degenerativas con las complicaciones que estas conllevan. Que las empresas que las fabrican no hagan conciencia de que no puede predominar el dinero y el poder sobre la salud de los niños; que no todo vale para vender, que decir que el niño será el próximo Albert Einstein si desayuna los súper donuts y se toma el litro de batido de chocolate, que esa mezcla potenciará el genio que hay en él, es muy triste repito.
No permitamos que nos engañen, nosotros somos los adultos, los que tendremos más recursos que los niños y claro la madurez de reconocer que algo no es bueno; somos los responsables de su salud mientras sean niños y sin duda es la etapa más preciada. Mil veces he escuchado gente diciéndome “uy tu hijo no va a saber lo que es ser niño, ni una chuche, lo que se está perdiendo”, han visto la cara de mi hijo en la cabecera del blog y las montones de fotos que subo de él? les parece un niño triste o que no está disfrutando? verdad que no! pues ahí tengo la respuesta.
Me encanta el post y me flagelo!!! Confieso que en Villas frutitos las chuches se toman los findes y como premio 😅
Menos mal que nos gustan mucho las verduras y el pescado y no los tengo que obligar a comerlos si no haría pleno en lo que no hay que hacer 😜
Como siempre, me encantan tus post y me vienen genial para corregir hábitos 😉
oye pues llevas toda la razón! y muchas veces yo creo que son cosas que hacemos sin pensar… me encanta tu idea con las mandarinas!!jejej
Tengo que decirte que justo antes de leerlo me decía a mi misma que dejar comer chuches a mi hijo seria de esas cosas que siempre dije que no haría pero que al final acabas haciendo. Al leerte comprendo que no, que es cuestión de hacer de la alimentación algo divertido y preocuparse por ello porque al final el enemigo de todo esto es la "comodidad"
Mi bebe es pequeño! Estoy a tiempo!
Me encanta el post Itzel! En casa mi hija come brócoli como si fuese un gofre con chocolate jajajjaj. Le encata y eso ha sido porque nos ha visto comerlo con gusto y se lo damos con el mismo entusiasmo que le damos un lacasito
Qué buen artículo y qué mal lo estoy haciendo. En fin…Mis hijos comen fatal desde que dejaron de ir al comedor escolar. A pesar de haber intentado seguir la misma rutina, porque eran menús muy cuidados nutricionalmete, pero son muy asquerosetes…El tema recompensas dulces/saladas frente a saludables es algo pendiente, y eso que tratamos de hacerlo lo mejor que podemos, pero….ahí está la lucha. Un besote