Existe actualmente en la red mucha información, por eso te cuento los 5 mitos sobre la alimentación complementaria que debes eliminar de tu cabeza.
El momento de iniciar la alimentación complementaria puede ser muy estresante para muchos padres, hay muchas dudas y temores.
Estas dudas pueden hacerse aún más grandes si encontramos sitios que dan información errónea o no contrastada.
Más triste es aún que quien nos brinde esta información sean los mismos profesionales de la salud que no se han actualizado.
Te hablaré de 5 mitos sobre la alimentación complementaria a los que debes estar atenta/o cuando llegue el momento y que te permitirán estar más tranquilo.
5 mitos sobre la alimentación complementaria
La leche materna ya no alimenta
Es uno de los primeros mitos a desterrar.
Puedes toparte con este comentario a lo largo de toda la lactancia materna, diría incluso que desde el día uno.
La mayoría son de personas a tu alrededor que por desconocimiento repiten frases que han escuchado toda la vida.
“La leche materna se hace agua” , “la leche materna después de tiempo ya no sirve”, “La leche materna se va acabando y es insuficiente”.

Lo cual se traduce en muchas ocasiones a adelantar el inicio de la alimentación complementaria antes de los 6 meses.
Recordemos que la lactancia materna o artificial es exclusiva, es decir que solo eso debemos ofrecer a nuestros bebés, hasta los seis meses.
Después cuando nuestro bebé está preparado y cumple los requisitos podremos iniciar la introducción de nuevos alimentos, ya sea de forma tradicional con triturados o con baby led weaning.
La leche materna es verdad que va modificando su composición a lo largo del tiempo, pero nunca deja de ser buena para el bebé.
El abandonar la lactancia materna antes de los seis meses de edad, no es indicación para iniciar la alimentación complementaria.
Si dejamos de dar el pecho a los 4 meses, debemos sustituirlo por lactancia artificial hasta llegar el momento de la AC (alimentación complementaria).
Sustituir tomas de leche por comida
Otro de los 5 mitos sobre alimentación complementaria que debemos desterrar.
Como su nombre lo indica es alimentación COMPLEMENTARIA, no suplementaria.
La leche materna y la leche artificial son el principal alimento durante el primer año de edad de un bebé.
El resto de alimentos complementan su dieta, nos ayudan a aportar más nutrientes, nos permiten valorar la gestión de los alimentos y a reconocer alergias e intolerancias.
Si has iniciado la alimentación complementaria y tu bebé lo rechaza, seguir el consejo de suplir tomas de leche para que así coma es un grave error.
Incluso al iniciar la AC una de las normas básicas es ofrecer primero el pecho o el biberón antes de las comidas.
Si te acepta dos cucharadas del triturado o dos probaditas del sólido ya puedes considerar que se ha establecido la AC.
Poco a poco tu propio bebé marcará el ritmo e irá pidiendo antes la comida o disminuirá las tomas de leche.
Iniciar antes de los seis meses
El bebé además de haber cumplido los seis meses de lactancia exclusiva, deberá mostrar ciertos cambios para determinar que está listo para iniciar la AC.
Estos los reconocemos como los requisitos de su desarrollo y son tanto para un AC tradicional con triturados como para el baby led weaning.
El cuerpo humano está diseñado para dar señales de cuando está preparado para aceptar otro alimento diferente a la leche.

No necesariamente vamos a iniciar a los 6 meses y un día, los humanos no somos tan exactos, pero si observar estas señales.
- Perder el reflejo de extrusión
- Mostrar interés por los alimentos
- Al sentarlo con apoyo mantener la espalda erguida
- Ser capaz de llevarse objetos a la boca con la mano
Todos estos requisitos se relacionan entre sí y nos manifiestan una madurez neurológica y de otros sistemas del cuerpo.
Al perder el reflejo de extrusión la lengua permite que entre a la cavidad oral otra cosa que no sea solo la leche ya que de esa manera se protege del atragantamiento y eso sucede alrededor de los seis meses.
Mostrar interés suele ser el que primero se presenta, pero no es el más fuerte como indicador para iniciar la AC.
Ser capaz de llevarse objetos con la mano a la boca es una destreza que aparece como parte de nuestra naturaleza e institno de supervivencia, debemos ser capaces de alimentarnos por nosotros mismos.
Mantener la espalda recta, que no es lo mismo que sentarse por sí solo, eso lo harán alrededor de los 8 meses; es un requisito básico por dos motivos:
1- Representa una fuerza muscular abdominal y de la espalda que disminuye riesgos de atragantamiento y asegura que de ser necesario se tiene la capacidad de realizar una arcada para arrojar algún objeto que puede ocasionarnos problemas de obstrucción.
2- Está relacionado con la madurez de otros sistemas como el digestivo para el procesamiento y absorción de los alimentos.
Por lo tanto habrá indicaciones específicas para adelantar la AC, pero siempre serán valoradas por el pediatra que determinará si existe un mayor beneficio de así hacerlo.
Esa hojita reimpresa que dice iniciar la AC a los 4 meses sin motivo alguno es una grave desactualización por parte del personal de salud que te la ofrezca.
Retrasar alimentos
Si te han recomendado retrasar introducción de algún alimento tienes que saber que es otro de los 5 mitos sobre alimentación complementaria que debes desterrar.
Las últimas recomendaciones de la Asociación Española de Pediatría, así como de la ESPGHAN (The European Society for Paediatric Gastroenterology Hepatology and Nutrition) lo dejan muy claro.
No hay evidencia actual que el retrasar la introducción de ciertos alimentos disminuya el riesgo de presentar alergias.
Es decir, que no por retrasar el ofrecer fresas, kiwi, pescado y otros más nuestros bebés tendrán menor probabilidad de mostrar alergia ante ellos.

Todo esto mientras se mantenga dentro del rango recomendado que es no ofrecerlos antes de los 4 meses, ni posterior a los 7 meses, todo esto influye en una protección a dichas alergias.
Así como adelantar la alimentación complementaria tiene sus desventajas, retrasarla también y lo explican claramente en la “Recomendaciones sobre alimentación complementaria 2018” de la AEdPed.
Entonces si en la famosa hojita del pediatra encuentras que el pescado no debes darlo hasta los 10 meses, ya tienes claro que no es así.
Sin embargo se tendrá como excepción aquellos bebés con antecedentes familiares de alergias, en este caso se seguirán las indicaciones que el pediatra recomiende y una vigilancia estrecha durante la introducción de nuevos alimentos.
Comer todo, de todo y a todas horas
Al inicio les hes comentado lo estresante que puede ser para muchos padres el inicio de la alimentación complementaria y los dolores de cabeza que puede traer si nuestro hijo es “mal comedor”.
Nos agobia si no se come la cantidad en específico de triturado que reza la hojita del pediatra.
Nos agobia que el hijo del vecino que tiene la misma edad sea capaz de comerse un caballo si lo dejan y el nuestro vea pasar la comida como si no la necesitara.
Entender que cada bebé, así como cada adulto responde a su saciedad es importante.
Que en la hojita marque que deba comer 120 gr de lo que sea, no quiere decir que TODOS los niños del mundo deban comer la misma cantidad.
Recordemos una vez más que es alimentación complementaria, no suplementaria o “rellenatoria” para tener un bebé rollizo.
Además de la cantidad, no a todos nos gusta comer de todo, habrá quien prefiera el plátano antes que la manzana, quien sea más de zanahorias y no pueda con la coliflor.
Los niños es igual, pero sus gusto también pueden ir cambiando con el paso del tiempo.
Se ha observado y así se recoge en diversos artículos que para que un niño acepte un alimento nuevo, este debe ofrecerse incluso un mínimo de 10 veces.
No el mismo día o consecutivos, tampoco es así, pero si de manera continuada.
Y dentro de este grupo entraría el que para mí es uno de los 5 mitos sobre alimentación complementaria más crueles del mundo.
Dale de cenar o pon cereales en el biberón para que duerma toda la noche
Me parece la mentira más grande que se le pueda decir a una madre o a un padre.

No es así, no va a dormir más, si lo hace lo habría hecho igual sin llenar el biberón de cereales.
En cuanto a los tiempos de comida, al iniciar la alimentación complementaria tampoco debemos pretender que nuestro bebé haga los 5, desayuno, almuerzo, comida, merienda y cena.
Tenemos que darle su tiempo y en caso de seguir el método BLW observar en que horas del día está más receptivo para probar alimentos, para jugar.
Empezaremos por tiempos de comida como el almuerzo o la merienda e iremos agregando conforme observemos a nuestro pequeño.
La cena incluso es de los últimos tiempos de comida que hacen los bebés porque están cansados y prefieren antes su leche para descansar.
Parece un mundo, pero te aseguro que tu bebé te irá indicando el camino, solo confía en ti y sobre todo en él.
LIBRES AL FIN
5 MITOS SOBRE LA ALIMENTACIÓN COMPLEMENTARIA
Ahora puedes sentirte liberado de al menos 5 agobios.
No podemos evitar recibir miles de consejos de la gente a nuestro alrededor, aunque pensaremos que todos son bien intencionados, muchos son erróneos.
Muchos son repeticiones de viejos hábitos o mitos, lo que hacía la madre, de mi madre, de su madre, de la madre más madre.
Si es personal sanitario quien nos cuenta alguno de estos mitos, tienes claro que es falta de actualización, que no es difícil encontrar la información correcta.
Mantener la lactancia materna exclusiva durante los 6 primeros meses de vida, prolongarla tanto como madre y bebé quieran, no iniciar la introducción de alimentos antes de tiempo, respetar la saciedad de los bebés y sus ritmos son claves para un desarrollo de la AC mucho más llevadero.
Entender que es un proceso y como tal lleva un tiempo y que cada niño tiene el suyo. No por eso dejar de prestar atención, pero no apresurar.
Nos morimos por ver a nuestros hijos disfrutar de la comida, pero eso nos lleva incluso a ofrecer alimentos que no son buenos, los dulces, la bollería, los zumos, las chuches, esos sí que debemos retrasarlos lo más posible.
Si asentamos unas bases de alimentación saludable, nos será más fácil mantenerlas a lo largo del tiempo y una forma de hacerlo es no correr, no adelantarnos y pensar que tienen toda una vida para probar de todo.
Madre mía, la pediatra que tuve en España tenía todos metidos en la cabeza… 🙁 Desde los 2 o 3 meses que le diese refuerzo (por suerte ya le dije, que leche no me faltaba porque estaba empezando a preparar banco de leche), a los 4 meses empeñada en que le diese cereales ¡Con agua! a mi hijo… Luego obvio omití información sobre el BLW, porque ya me imaginaba que como que no. Todo su empeño con los cereales, guisos y purés… En fín. Esto fue ya hace años. Igualmente, aún hay mucha gente que piensa esas cosas…
Aun quedan bastantes profesionales de la salud de los niños desactualizados, pero la información está ahi y creo que como padres y madres actualmente estamos mas atentos a ello. Un abrazo